Plaza Farners

El corazón de la vida local en Santa Coloma de Farners.

La plaza Farners, además de ser el centro neurálgico del municipio, forma parte del conjunto incluido en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Catalunya, ya que, ubicada al lado de la iglesia parroquial y prácticamente integrada en esta, ha sido y sigue siendo el centro histórico y ágora de la ciudad.

Es una plaza de arena, tal como han sido históricamente las plazas de nuestro país. Está rodeada de plátanos que le regalan sombra en verano y vida todo el año, y de bancos de piedra que, situados entre árbol y árbol, son un lugar de descanso y charlas de niños y adultos.

En conjunto, y con los bares y restaurantes ubicados a su alrededor, es la terraza perfecta para tomar algo, ya sea un vermut, un café o una cerveza, por la mañana, tarde o noche.

Es un espacio imprescindible de las manifestaciones locales, aquí se celebran los actos principales de la Fiesta de la Ratafía, la cena popular y pregón de la Fiesta Mayor, la Fiesta de la Revuelta de los Segadores, el Mercado de las Hierbas de la Ratafía, las sardanas todos los lunes de julio y agosto al atardecer, conciertos al aire libre y el mercado de los lunes.

En uno de los extremos de la plaza hay una fuente, coronada por una escultura de hierro. Se trata de la Colometa, y es obra del reconocido artista local Jesús Carles de Vilallonga. En el otro lado, entre la plaza y las escaleras de la entrada principal de la iglesia parroquial, cabe destacar la escultura de piedra en homenaje a Salvador Espriu, nacido en la ciudad en 1913, obra del prestigioso escultor Josep Maria Subirachs, autor de la decoración escultórica de la Fachada de la Pasión del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia de Barcelona.

Toda la plaza es un mirador excepcional de la iglesia parroquial, el campanario y un porche con nombre propio, las Mesures, que forma parte de la base del edificio y es uno de sus elementos más característicos.

Info práctica: es visitable. Los lunes se celebra el mercado semanal.

¡Un poco de historia!

Entre el siglo XV y XVIII, la plaza pública era un pequeño espacio entre la iglesia y la casa Farners, que estaba situada en medio de lo que hoy es la plaza. En este espacio se hacían feria y mercados pero durante el siglo XVIII, a medida que Santa Coloma fue convirtiéndose en un punto de atracción de la comarca la plaza fue cambiando y los bajos de la casa Farners se convirtieron en tiendas. El año 1762, al morir el último miembro de la familia Farners residente a Santa Coloma, se pusieron a la venta los campos situados en la parte posterior de la casa y se pudo crear la calle del Prat (llamado así porque precisamente fue hecho a partir de la venta de estos campos y huertos que tenían los Farners). También en esta época el ayuntamiento construyó el porche llamado les Mesures. 

A pesar de esto, la casa Farners seguía dividiendo el espacio en dos plazas, la pública, que bordeaba la iglesia y la plaza de las castañas, que comunicaba con la calle del Prat, hasta que durante el año 1874 quedó inutilizable debido a dos incendios ocurridos durante la tercera guerra carlina. Fue entonces cuando el ayuntamiento compró el solar, parando de esta forma el proyecto de la familia Farners de reedificar la casa. Se derribaron los muros que quedaban de la casa, uniendo de esta manera las dos plazas en una sola, que fue inaugurada en el año 1892 con el nombre de Plaza de la Constitución. Se construyeron unas nuevas mesures de granito, dispuestas en forma de arcos. La plaza se convirtió en el lugar donde se hacían negocios y donde se bailaban sardanes. 

Durante el siglo XIX el gobierno civil ordenó que por motivos higiénicos se trasladara el mercado de ganado de la plaza Farners a la plaza del Firal. Esto provocó fuertes  quejas por parte de los vecinos de la plaza, que veían como el crecimiento urbanístico empezaba a restarles el protagonismo que hasta entonces habían tenido en el pueblo. En el año 1903 se plantaron los plataneros de la plaza, árboles que todavía hoy perduran. En 1929 el ayuntamiento quita la antigua fuente de la plaza y colocó en su sitio una de nueva, realizada con hierro. 

En 1931 se bautizó la plaza con el nombre de Plaça de la República pero el 1939, ya acabada la Guerra Civil española, pasó a llamarse Plaza del Generalísimo. En 1979 se bautizó la plaza, finalmente, como plaza Farners. Durante los años ochenta y noventa se instalaron en la plaza  dos esculturas, el monumento a Salvador Espriu y La Colometa (una fuente-escultura).

Curiosidad: Mossèn Benet Tristany, un importante guerrillero carlino, escribía que la plaza estaba comunicada con el castillo de Farners a través de un pasadizo secreto. A pesar de no ser así, lo que es evidente es que la plaza ha sido durante muchos años el punto central de Santa Coloma. 

Dirección: Plaça Farners 9

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